viernes, 26 de septiembre de 2008

El Patio de mi Casa


El Patio de mi casa estaba cubierto por planchas de cinc, ¿o eran de uralita?, no, creo que era de madera, aunque pensándolo bien, creo que el techo de mi patio, era de tuberías y enredaderas, o ¿ era una viña quién lo cubría?, ¡sí!, decididamente, el patio de mi casa era de cinc, de uralita, de madera, de enredaderas, de sarmientos abrazados entre sí, como en una encrucijada de caminos que llevaban todos ellos hasta el poyo, donde mi madre, sembraba toda clase de flores y plantas medicinales. Un poyo que semejaba a un pequeño huerto donde no faltaban la rosa, el geranio, el clavel, las orejas de burro, las pericas, las dalias, flores de mundo, o el inconfundible aroma de la hierba buena, hierba luisa, manzanilla, salvia, ruda, todas ellas eran la panacea para aliviar "el malaire", "los empachos", "los cólicos" o donde sembraba los condimentos culinarios tales como, el perejil, el cilantro, el tomillo, la pimentera, etc. Pero lo más bonito del Patio de Mi Casa, eran los dibujos de las casillas para jugar al "Tejo", o el círculo para bailar el "Trompo", o el "gongo" para los "boliches" o quizás las "carreteras" por donde circulaban los "carros de latas de sardinas", o las paredes donde colgaban la "muñeca de trapo", la "cometa",...
El patio de mi casa quiere seguir siendo el recuerdo de mi niñez, una puerta de entrada al pasado, un camino que vamos a recorrer juntos, para que la infancia nos abra la puerta con "las llaves del fondo del mar", girando con "La rueda de San Miguel", para viajar en el tiempo con "La Barca", en compañía de "La reina de los Mares", conquistando "Al Viejo Moro" para pasear con "La Jardinera", en "El Cocherito" por los caminos que tiene, "El Patio de Mi Casa".

No hay comentarios: